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Con gran éxito arrancaron los primeros cuentacuentos basados en la saga “Cuentos del Océano”



El Instituto Milenio de Oceanografía (IMO), ya ha comenzado con la celebración de sus talleres de cuentacuentos, los cuales están dirigidos al público infantil y se basan en las historias recopiladas en el libro y audiolibro “Cuentos del Océano”.

 

Cabe recordar que, este conjunto de relatos está inspirado en la mítica serie de animación infantil de IMO titulada “La Receta Científica de Toni Tonina” abordando en cada una de las historias una temática específica de las Ciencias del Mar. Con ello, se pretende que los niños empiecen desde la primera infancia a comprender el rol determinante que tienen los océanos para la vida en el planeta, concienciando así en torno a la importancia que tiene la protección de los ecosistemas marinos.

 

En este sentido, el poder ofrecer a la comunidad educativa no sólo el libro, sino además una experiencia memorable como la del taller de los cuentacuentos, favorece el aprendizaje de una manera lúdica y atractiva. Lo anterior, se traduce en una mayor apropiación del conocimiento a través de una actividad que consigue tener un mayor impacto entre los pequeños estudiantes, quienes desarrollan un interés manifiesto en las temáticas vinculadas a las problemáticas y fenómenos que exponen los cuentos que se les presentan.

 

A este respecto, el taller -desarrollado por el equipo de vinculación con el medio del IMO- cuenta con la participación de los títeres de Tony Tonina, quienes interactúan de manera divertida con la relatora. Lo anterior, sumado a la música, luces e imágenes consiguen crear un ambiente inmersivo que encanta y motiva a los niños. Tal y como afirma la Subdirectora de Vinculación del IMO y relatora de los cuentos, Bárbara Leniz, “la actividad está teniendo una excelente acogida entre los niños y los docentes, ya que pueden a través de la historia que les estamos contando comprender de una manera clara y entretenida conceptos vinculados a la Oceanografía y las Ciencias del Mar”. Además, un aspecto que destaca Leniz sobre esta actividad es “la posibilidad de itinerar con ella y llevarla no sólo a los establecimientos educativos y centros culturales de la Región del Biobío, sino también a otras partes de Chile. De hecho, hemos hecho varias funciones en Santiago en colegios con un alto grado de vulnerabilidad, donde el cuentacuentos ha sido muy bien valorado por las delegaciones de estudiantes”.

 

En definitiva, con esta actividad -enmarcada dentro de un Proyecto adjudicado en el último Concurso de Ciencia Pública de la ANID- se consigue que los niños participen activamente y se impliquen en la historia que se les está narrando; invitándoles de manera casi inconsciente a que realicen una reflexión y generen pautas de comportamiento que puedan desarrollar en su vida cotidiana y que están encaminadas a proteger la flora y fauna marina.

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